Tras el éxito de ‘Eva’, su primera película, el director Kike Maíllo vuelve a las pantallas españolas con un thriller lleno de acción y repleto de referencias a otras películas del género.

El director cambia drásticamente de género para presentarnos una película de género protagonizada por dos actores que se encuentran en el punto más alto de su carrera, Mario Casas y Luis Tosar, una pareja que no habíamos visto juntos en la gran pantalla, una pareja que despertó mi curiosidad.

La historia de siempre pero diferente

Mario Casas es Toro, un joven ladrón, miembro de una banda dirigida por un José Sacristán que dirige todo el cotarro. Toro quiere cambiar de vida, dejar a un lado el mundo de la delincuencia, pero no le resultará nada fácil salir de ese círculo vicioso en el que se encuentra también su hermano Jose, interpretado por un Luis Tosar con melenas.

Kike Maíllo escoge una historia de sobras conocida por el espectador y repleta de muchos tópicos, sin embargo, consigue presentarnos una película que engancha, que te mantiene atento sin saber muy bien el por que. Los motivos de que capte nuestra atención son varios: secuencias de acción perfectamente rodadas e impactantes; una imagen bien cuidada; unos personajes típicos pero interesantes y con personalidad propia; y una banda sonora que acompaña. Todo esto hace que el verdadero éxito de Toro sea su director.

Un reparto de altura, el mejor reclamo

Tres actores, tres generaciones muy diferentes. En primer lugar, José Sacristán, que interpreta un papel que nos suena mucho a su intervención en la película de Carlos Vermut, Magical Girl. Un personaje serio, introvertido, frío y con las ideas muy claras. Esa solvencia y serenidad que muestra en pantalla se agradece, pero, este tipo de papel encajaba más en la película de Vermut. La elegancia que tiene su personaje podía encajar perfectamente con una maldad algo más expresiva que eché de menos en alguna que otra escena. Aun así, siempre es un placer verle actuar.

En segundo lugar, nos encontramos con un Luis Tosar ruín y avaricioso al que solo le preocupa él mismo, cuyo vestuario y apariencia personalmente me ha encantado, no lo había visto antes en esta situación. Tosar es un actor que nunca defrauda, podrá estar mejor o peor, pero siempre correcto y en su justa medida, en función del papel que le hayan asignado en el film. No protagoniza las escenas más impactantes de la película, pero nos hará reír en algún que otro momento.

Y por último, el protagonista, un Mario Casas que poco a poco va logrando un nivel de interpretación más que digno gracias a que se rodea de los mejores actores, y eso se nota. Es un papel en el que encaja perfectamente, un papel de chico duro que desea otra vida con la chica de sus sueños, pero cuyo pasado le atormenta y no le deja pasar página.

A destacar también el pequeño papel de Luichi Macías, una mujer fuerte que nos dejará varias escenas emotivas y que tendrá un papel fundamental en esta historia.

Banda Sonora que acompaña

Una banda sonora original que acompañe y que no tape la película siempre se agradece, sin embargo, es un aspecto que se olvida y está pendiente de introducir en el cine español. No obstante, en este caso, la banda sonora esta perfectamente elegida y acompaña a las diversas escenas de acción al estilo «Drive«, pero sin terminar de alcanzar el gusto de la película de Nicolas Winding Refn. Descatable la ocasional música de Bambino.

Últimamente se nota más interés en este aspecto, o al menos nosotros nos fijamos más en él, pero, el caso es que se ha notado una mejoría en las bandas sonoras de películas españolas (La isla mínima, Magical Girl, Kiki, el amor se hace), y eso se puede achacar a que los jóvenes directores intentan conseguir una película más redonda, donde cada factor suma para conseguir competir con las grandes superproducciones. Esperemos que esta tendencia se mantenga.

Entretenimiento y buen gusto

Quizás lo peor de la película sea el pretexto de la historia, el suceso que encadena toda la historia y que tendrá mucho sentido al final de la película. Un pretexto algo absurdo pero que no empaña el resultado final: una película entretenida hecha con buen gusto, y que pretende lograr algo más de lo que una simple película de acción persigue en la mayoría de los casos. Unas interpretaciones muy dignas que te dejarán la sensación de estar viendo una película diferente a pesar de contar la historia de siempre.