“Muerte entre las flores” es una película de 1990 escrita y dirigida por los hermanos Coen (aunque sólo Joel aparece en los créditos), dónde homenajean al cine negro de los años 40 y 50.
La película fue alabada por la crítica, y consiguió varios premios, entre ellos la Concha de Plata al mejor director en el Festival de Cine de San Sebastián, pero fue un fracaso en taquilla, ya que apenas recaudó 5 de los 10 millones de dólares que costó producirla.
La trama se sitúa en tiempos de la Ley Seca, y gira en torno a Tom (Gabriel Byrne), un mafioso que trabaja a las órdenes de Leo (Albert Finney), el cual mantiene una relación con Verna (Marcia Gay Harden), que sólo está con Leo para mantener a salvo a su hermano Bernie (John Turturro). Leo se enfrentará con Giovanni, el jefe de otro clan mafioso, por defender a Bernie. A partir de aquí, nos encontraremos con enfrentamientos entre bandas rivales, triángulos amorosos y varios giros de guión.
Un guión un tanto enrevesado pero sin fisuras
Mucho les costó a los Coen escribir el guión de “Muerte entre las flores”, tanto que sufrieron el bloqueo del escritor. En mitad de su redacción, los hermanos decidieron tomarse un descanso para aclarar sus ideas, y durante este tiempo escribieron el guión de “Barton Fink”, que versa precisamente sobre un escritor que sufre un bloqueo.
Pero una vez finalizado, los hermanos nos regalan un libreto que puede parecer algo enrevesado pero que no tiene fisuras en su desarrollo. Los Coen oscilan entre la parodia, el humor negro y el homenaje al cine de género. Cuenta además con unos diálogos ágiles, ácidos e ingeniosos, y unos personajes bien construidos.
Un fantástico reparto al servicio de la historia
El casting de actores de esta película es difícilmente superable. Empezando por Gabriel Byrne, que conseguía la fama internacional con su interpretación de Tom, un tipo inteligente, enigmático, seguro de sí mismo y con pocos escrúpulos.
A él le acompañan, Marcia Gay Harden, estupenda dando vida a la sensual Vera, no desmerece de cualquier femme fatale del cine negro de los 40. John Polito pone el toque cómico y casi paródico con su papel del histérico jefe de la mafia del clan rival de Leo.
Pero, sobre todos ellos, yo destacaría a dos grandes actores que nos ofrecen un trabajo magnífico en esta película. Albert Finney y John Turturro. Suyas son las dos escenas que más me han gustado de la película: el tiroteo en casa del personaje de Finney y la escena en el bosque de Turturro.
Ambos bordan sus papeles, y cada vez que aparecen en pantalla la película gana enteros.
Una puesta en escena clásica y contenida
Todo en el filme parece estar minuciosamente planificado para darle un estilo muy clásico a la película, sin perder por ello el estilo Coen. Desde las localizaciones, hasta la iluminación, el vestuario o la fotografía de Barry Sonnenfeld dotan a la película de una atmósfera oscura, sugestiva y casi onírica en algunas ocasiones.
En resumen, “Muerte entre las flores” es la aproximación al cine de gangsters de los hermanos Coen, con una puesta en escena contenida pero sin dejar de lado sus señas de identidad. Con un gran guión, unos personajes bien construidos y unas interpretaciones de altura.