Ocho años después de la primera película y cinco después de la segunda, llega a nuestras pantallas la tercera entrega de “Kung Fu Panda”. Jennifer Yuh vuelve a encargarse de la dirección de la misma, acompañada en esta ocasión por Alessandro Carloni.
En esta ocasión, el panda Po tendrá que hacer frente a un villano venido del mundo de los espíritus y a la repentina aparición de su padre biológico.
«Kung Fu Panda 3»: La misma fórmula que las dos anteriores
Si pensamos en qué caracteriza a la saga Kung Fu Panda veremos que ésta tiene un hilo argumental bastante sencillo: Po, nuestro protagonista, es el elegido para enfrentarse al villano de turno. Para ello tendrá que aprender nuevas habilidades o conocimientos que le permitan vencer en esta lucha, contando con la ayuda de sus amigos.
Además, las películas están impregnadas por un humor blanco y sencillo, un mensaje centrado en la importancia de ser uno mismo y cómo no, en las artes marciales.
Pues bien, todo esto que ya nos suena, lo encontramos en la tercera entrega de la saga. Lo cual hace que la película pierda la originalidad y frescura de la primera; algo que en la segunda entrega se veía compensado al darle a la cinta ciertas dosis de madurez y profundidad, pero que en esta última entrega no ocurre.
Lo único nuevo que nos ofrece la tercera parte, es la aparición del padre biológico de Po. Aún así, la historia funciona; sigue siendo entretenida y divertida, y hará las delicias de los más pequeños de la casa.
Po, protagonista absoluto y Kai, un villano con poca chicha
Po, sigue siendo el auténtico protagonista de la cinta, girando toda la trama a su alrededor. Sigue siendo optimista, divertido, algo torpe y entrañable. Florentino Fernández vuelve a poner su voz en el doblaje en castellano y sigue funcionando tan bien como en las anteriores entregas.
Con respecto al resto de personajes, en esta ocasión “Los cinco furiosos” pasan a un segundo plano, teniendo una presencia casi testimonial. A cambio, tendremos a una aldea entera llena de osos pandas cuya principal misión es hacernos reír. Poco sabremos de cada uno de ellos, salvo aquello que sea imprescindible para sacarnos una sonrisa.
Los que sí tendrán algo más de protagonismo son los dos padres de Po, el biológico y el adoptivo, que protagonizarán la segunda línea argumental de esta historia. Personalmente, el Sr Ping (padre adoptivo de Po) es el personaje que más me gusta y con el que más he disfrutado en esta película.
Por último, tenemos a Kai, el malo de la historia. Un malo que vive en el mundo de los espíritus y del que poco sabemos, salvo que quiere hacerse con el Chi de todos los maestros del kun fu. Kai, es probablemente, el villano con menos personalidad de la saga.
Los aspectos técnicos, su punto fuerte
Dónde si destaca “Kung Fu Panda 3” es en su animación. Visualmente la película es una delicia, con un magnífico diseño de la aldea de los pandas, y un muy imaginativo diseño del mundo espiritual. Además, utiliza varios recursos narrativos como la pantalla dividida y la tercera dimensión, y distintas técnicas y estéticas de animación, como la alternancia del uso del 3D y 2D.
Asimismo, los combates son muy atractivos y Hans Zimmer crea una banda sonora que acompaña más que bien a la historia.
En definitiva, “Kung Fu Panda 3” repite la fórmula del éxito que tan bien le ha funcionado en ocasiones anteriores, sin aportar nada nuevo a la historia, aunque, si algo funciona…por qué cambiarlo?