El próximo domingo 8 de octubre se cumple un mes del estreno de la nueva versión cinematográfica de ‘It’, cinta adaptada de la novela literaria homónima del genio del terror Stephen King. A solo una semana de cumplir los 30 días, es ya la película de terror más taquillera de la historia. Pero, ¿A qué se debe su éxito?
Seamos sinceros, la cinta en cuanto al género cinematográfico está muy lejos de ser lo que es la película a la que le acaba de quitar el título, pues ‘El exorcista’, quien hasta el momento tenía la distinción, es un film trascendental para introducirse no solo al terror en el cine, sino para iniciar a ver cine.

Sin embargo, hay algo en esta versión 2017, que atrae poderosamente al público –las cifras lo demuestran- y es que recaudar más de $500 millones de dólares, no se logra por un milagro, ¿O sí?
Pues para mí, en esta ocasión, a la cinta del argentino Andrés Muschietti, le ocurrió un milagro y ese evento sobrenatural tiene nombre propio: ‘Stranger Things’. Sí, sin titubear no me da miedo sentenciar que todo lo bueno que le ha pasado a esta película, es gracias a la nostalgia que despertó la serie de Netflix entre los que crecieron viendo este tipo de historias en los 80.
Inclusive, resulta evidente la intención de incluir en el reparto al actor Finn Wolfhard, quien es además el que imprime un toque de comedia a la cinta, resultando quizás, uno de los mejores recursos de todo el metraje.

Pero no es tan simple, va más allá, no sé si sea solo yo, pero al salir de la sala –sin disgustarme- sentía haber visto un capítulo más de la serie, con la diferencia de que aquí el conflicto aparentemente queda resuelto.
Lo cierto es que la serie no solo cautivó a los ochenteros, sino que también atrajo a un público nuevo hambriento por ver historias emocionantes que los saque de los sosos planteamientos argumentales a los que nos tiene sometidos Hollywood en esta década.
Por eso las salas no paran de llenarse, porque aunque uno sabe que no va a ser lo que esperaba, sí sabe que se va a entretener por dos horas y en momentos, va conseguir tener pequeñas pinceladas de sustos, aunque quede orbitando la duda mayor: ¿Acabamos de ver terror o fantasía?